Sin duda, todos nos hemos preguntado porque Dios permite que ocurran cosas malas a buenas personas. A los 13 años, Bethany Hamilton era una cristiana joven apasionada por el surfing y comprometida con vivir para su Dios, Jesucristo. De ella decían que era divertida, amable y servicial, una "buena persona" ideal, y una de las mejores surfistas amateur de hawai y Estados Unidos. Luego de pasar dos semanas en oración, pidiéndole a Dios que la lleve al centro de su voluntad divina, ocurrió lo inesperado. En una sesión de surf temprano con sus amigas, Bethany fue atacada por un tiburón tigre. Apenas sobrevivió, pero perdió el brazo izquierdo justo debajo del hombro. ¿Porque permitiría un Dios amoroso que ocurra esto?.
La historia de la valentía de esta adolescente se propagó por todo el mundo, a través de programas de TV, como Oprah y Good Morning America, radio, revistas, periódicos, libros y películas. Pero es la fuente de su valentía lo que esta detrás de toda su historia.
Solo 25 días después del accidente, tomó su longboard para intentar surfear otra vez, sin un brazo. Cuando le preguntaron si tenía miedo de entrar al agua de nuevo, ella contestó, "solo voy a divertirme sin asustarme. Además, ¡es muy raro que alguien sea atacado dos veces!" En su tercer intento, finalmente se paró en la tabla, "Surfeé toda la ola hasta la orilla, y se me caían las lagrimas de felicidad...estoy muy alucinada de haber vuelto al mar." Bethany no solo regresó al mar, ¡se destacaba en las olas! Ese mismo año quedó quinta en el campeonato nacional de surf NSSA y aseguró su participación en el equipo nacional de Estados Unidos. Tambén ganó un premio ESPN por el Mejor Retorno de un Atleta, y un premio especial de valentía en el Teen Choice Awards de 2004. ¡En el 2005 ganó el campeonato nacional Explorer NSSA!
Sus experiencias le permitieron co-escribir el libro Soul Surfer, que estuvo en la lista de best sellers de los Angeles Times. "Escribí el libro principalmente para compartir mi fe en Dios, para que todos sepan que El los ama, y (para demostrar) cuánto El me cuidó ese día," dijo. "Yo ni debería estar aquí porque perdí el 60% de mi sangre esa mañana...lo único que hacía era orar todo el tiempo."
Ahora Bethany está dejando el circuito amateur para participar solamente en competencias profesionales. Cuando no esta en el colegio, entrenando o compitiendo, invierte su poco tiempo libre viajando alrdedor del mundo inspirando a las personas con su vida. Alienta a la gente a seguir sus sueños a pesar de los obstáculos aparentemente insuperables. Uno de los versículos favoritos, que la sostuvo después del ataque es:
"Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza" Jeremías 29:11
Así que ¿donde estaba Dios cuando ese tiburón atacó a una niña de 13 años? El estaba ahí mismo, moldeándola en la surfista dinámica y joven mujer que es hoy; concediéndole el privilegio de dar esperanza a otras personas a través de Jesucristo.
Puedes conocer más de la historia de Bethany en www.bethanyhamilton.com
* Tomado de La Biblia del Surfista
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