Mientras tanto, la Guarda Revolucionaria de Irán ofreció dar escolta militar a la próxima flotilla que intente romper el bloqueo naval de Israel a Gaza.
“Los enemigos deben ser confrontados de frente a través de un movimiento internacional espontáneo y nosotros debemos frustrar sus planes maléficos” dijo a la agencia de noticias Mehr, Hojjatoleslam Ali Shirazi, representante de la naval iraní.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo a su gabinete que la operación de este fin de semana, comparada con la muy publicitada confrontación de la semana pasada, mostró la diferencia entre una flotilla humanitaria y una flotilla de extremistas que apoyan el terrorismo.
Greg Mussleman de Voice of the Martyrs (La Voz de los Mártires) en Canadá comenta: "Esto suena como retórica de los talibanes, o algo parecido. Pero viene de los supuestos aliados tanto de Canadá como de los Estados Unidos. Por esa razón, escuchar algo así es preocupante".
El reporte provocó protestas por los estudiantes de la Universidad de Kabul, quienes gritaron amenazas de muerte y demandaron la expulsión inmediata de todos los extranjeros acusados de proselitismo.
Esta retórica podría tener un impacto en la Iglesia, pero Mussleman no está seguro por ahora: "En ocasiones esto causa temor y la gente no desea regresar a sus iglesias, tienen miedo. En otros casos, la persecución en realidad fortalece a la Iglesia".
Lo positivo es que la gente está llegando a los pies de Cristo, ahora necesitan su apoyo en oración y financiero, de modo que se pueda distribuir Biblias y otros recursos.
Shirlyn Macasarte recuerda el día que fue atacada por más de cincuenta hombres armados en una remota área musulmana al sur de las Filipinas. “Cincuenta musulmanes con potentes armas apuntaban hacia mi carro. Abracé mi Biblia y oré al Señor, me sometí a Dios y dije, ‘Señor si este es mi tiempo, que se haga tu voluntad, sólo cuida a mis hijos y mi familia’. pero resultó que Dios me salvó”, recordó Macasarte.
Como enfermera y trabajadora social, Shirlyn supo que había sido confundida por otra. Sus atacantes pertenecían al “Frente Moro de Liberación Islámica”, buscaban a un líder que había formado una facción de ese mismo grupo.
Shirlyn sobrevivió milagrosamente al ataque aunque conserva unos diez pedazos de bala cerca de su columna, cabeza y otras partes del cuerpo. Sus hermanos la vieron sufrir y juraron vengarse, pero ella les rogó que perdonaran. Ahora una iglesia cristiana, llamada Ciudad de Alabanza, está recogiendo frutos de ese perdón.
Aunque parezca increíble, dos ex líderes rebeldes: el comandante “Spider” y el general Abdala Omar, asistieron al servicio dominical de la congregación. Su grupo, “El Frente Moro de Liberación Nacional”, empezó a luchar contra los soldados de gobierno en los años setentas. Pero todo cambió cuando el pastor Pablo Abraham y unos misioneros americanos celebraron un festival de sanidad en su campamento.
“Nunca dejaban entrar cristianos a su comunidad, los mataban. Pero nos dieron permiso de entrar a la comunidad. Así que recibieron la visión, se les predicó la palabra, la vida de Jesús, su muerte y resurrección, la vida eterna y la vida en su plenitud”, comenta el pastor de la iglesia Ciudad de Alabanza.
Cuando estos soldados musulmanes empezaron a estudiar la Biblia, comprendieron que Jesús, es la única fuente de paz.
En el campamento donde los guerilleros musulmanes solían entrenar para la guerra, hoy en día solo queda el recuerdo, ya que este grupo separatista musulmán se ha dedicado a usar medios pacíficos para conseguir unidad y orden en la región.
Parte de los esfuerzos de paz es proveer empleo a los guerrilleros musulmanes convertidos. Según el pastor Pablo, esa es una mejor forma de Yihad (o guerra santa), en vez de luchar con armas, expresan el amor de Dios hacia los demás.
En el país africano siguen los problemas en Jos, el cruce entre la población musulmana y cristiana de Nigeria. Y en Sri Lanka, los ataques de la población budista dejaron una iglesia destruida y un pastor amenazado de muerte.
Siete personas murieron a manos de jóvenes musulmanes en Jos, ciudad del centro de Nigeria.
Entre ellos se encontraban dos reporteros del periódico cristiano el Portador de la Luz. Nathan S. Dabak, un editor de 36 años de edad, y Gyang Bwede, un periodista de 39 años, fueron atacados y apuñalados hasta la muerte cuando se dirigían a entrevistar a políticos locales en Gado-Bako. Un motociclista no identificado fue asesinado en el ataque.
Otros cuatro cristianos fueron asesinados el mismo día en el distrito de Dutse Uku después de haber sido encontrado el cuerpo de un adolescente musulmán desaparecido. Los cuatro cristianos fueron asesinados cuando cientos de jóvenes musulmanes arrasaron la zona en la protesta.
Tres de los creyentes fueron apuñalados hasta la muerte. Sólo hace unas semanas, un pastor de la Iglesia de Cristo en Nigeria y su esposa fueron asesinados en el estado de Bauchi.
Asaltan una iglesia en Sri Lanka
También en Sri Lanka la situación de los cristianos es angustiosa. Un grupo de 12 cristianos encabezados por el pastor fueron asaltados y objeto de intimidación por una turba de unas 500 personas, dirigidas por un monje budista.
El incidente ocurrió aproximadamente a las 16:30 horas cuando el grupo de creyentes estaba distribuyendo folletos en la aldea de Edurampolawatta, invitando a asistir a la proyección de una película cristiana que iba a tener lugar el día siguiente.
Los creyentes fueron obligados a caminar una distancia de aproximadamente 3 kilómetros hasta la ciudad de Bulathkohupitiya, mientras la multitud gritaba y les amenazaba y golpeaba.
El pastor fue obligado bajo coacción a prometer que no iba a volver al pueblo. La policía intervino dispersando a la multitud y llevaron a los cristianos asediados a la comisaría, donde el grupo de creyentes presentó una queja.
Pocos días después, en el distrito de Kandy, una iglesia fue incendiada en Dolosbagaya Nawalapitiya. La iglesia fue atacada por una banda no identificada durante la noche. El púlpito, instrumentos musicales y muebles utilizados por los niños de la escuela dominical, fueron retirados del edificio para después prenderle fuego.
Antes de este incidente, un grupo de personas arrojó piedras contra el tejado de la iglesia el 4 de abril, y se presentaron denuncias en la comisaría Nawalapitiya en relación con estos hechos. El ministerio de esta iglesia llevaba funcionando en la zona durante los últimos 14 años.
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