Segundo, al oír la voz de Dios, debemos reconocerla. Jesús dijo, “Mis ovejas oyen mi voz, y Yo las conozco, y me siguen” (Juan 10:27). Yo puedo relacionarme personalmente con este verso, excepto porque los animales involucrados son reses. Mi suegro tiene un pequeño rancho. Cada vez que vamos a visitarlo, puedo contar con que al menos una vez al día, salga con él para revisar el ganado. Mi suegro puede bajarse de la camioneta, llamar con algunas palabras amables, y pronto la pickup se encuentra rodeada de vacas, esperando ansiosamente un bocado de paja. Pero si abro la portezuela de mi lado de la camioneta, se ocasiona una dispersión del ganado desde un lado del pastizal hasta el otro. Así que ¿cuál es la diferencia? El ganado está con mi suegro al menos una vez, o veces dos o tres veces al día. Por su encuentro diario con quien las alimenta y las cuida, las vacas se sienten a gusto con él, y pueden inmediatamente reconocer a un extraño entre ellas. Si queremos conocer la voz de Dios, debemos pasar tiempo con Él diariamente.
Asegúrate de pasar un tiempo de calidad diariamente en oración, estudio de la Biblia, y quieta contemplación de Su Palabra. Mientras más tiempo pases en intimidad con Dios y Su Palabra, te será más fácil reconocer Su voz y Su guía en tu vida. Los empleados en el banco están entrenados para reconocer falsificaciones mediante el minucioso estudio de los billetes genuinos, así es fácil reconocer los falsos. Debemos estar tan familiarizados con la Palabra de Dios que Él ha hablado, que cuando Dios nos hable o nos guíe, sea claro que es Dios mismo. Dios nos habla para que podamos entender la verdad. Mientras que Dios puede y habla audiblemente a la gente, Él habla primeramente a través de Su Palabra; pero a veces también a través del Espíritu Santo a nuestras conciencias, a través de circunstancias, y a través de otras personas. Al aplicar lo que escuchamos a la verdad de las Escrituras, podemos aprender a reconocer Su voz.lA voZ dE DIOS
Muchísima gente a través de todos los tiempos se ha preguntado como reconocer la voz de Dios. Samuel escuchó la voz de Dios, pero no la reconoció hasta que fue instruido por Elí (1 Samuel 3:1-10). Gedeón tuvo una revelación física de Dios y aún así dudaba de lo que había escuchado, hasta el punto de pedir una señal, no una vez, sino tres veces (Jueces capítulo 6: 17-22 y 36-40) Cuando escuchamos la voz de Dios, ¿cómo sabemos que es Él quien habla? Primero que nada, nosotros tenemos algo que ni Gedeón ni Samuel tenían. Tenemos la Biblia completa, la inspirada Palabra de Dios para leerla, estudiarla y meditarla. “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16-17) ¿Tienes una pregunta acerca de algún tópico o decisión en tu vida? Ve lo que dice la Biblia acerca de ello. Dios jamás te guiará o dirigirá contrariamente a lo que Él ha pensado o prometido en Su Palabra (Tito 1:2).
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Devocional
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